En el día y en la noche
en el tiempo y fuera del tiempo
las Guardianas custodian el Grial
en permanente lucha con el Lado Falso del Universo
Ellas son el Círculo Eterno de la Luz
en este Mundo y en todos los Mundos *

Deméter, la Madre Tierra, es una mujer bella y generosa


La vida creativa se desarrolla en ciclos
de luz y oscuridad...


Cuando estás tratando de crear, sueles sentirte esperanzado, te distraes, sufres. Lanzar al mundo la creación terminada lleva tiempo, a menudo mucho más del que jamás imaginaste. No debes desviarte de la meta. En cada proceso creativo surgen hiatos naturales. Son cortos y pasan.
Sin embargo, especialmente si aún eres un pichón, también puede sobrevenir un tiempo en que las fuerzas ocultas de la psique te arrebaten el proceso creativo. Tu objetivo desaparece y, no importa lo que hagas, no puedes encontrarlo o volver a erigirlo. Mantente firme. En todo proceso creativo existe un ciclo de oscuridad.
En la mitología griega hay un relato poshelénico sobre esta clase de pérdida y recuperación. Deméter, la Madre Tierra, es una mujer bella y generosa. Los contornos de su cuerpo son redondeados, sus pechos nunca dejan de tener leche y siempre es fértil. Tiene miles de ideas sobre la vida. Permanentemente embarazada, da a luz a hermosos niños, así como a otras formas de vida maravillosas.
El mundo se halla en un estado ideal gracias a la fertilidad y la capacidad de procrear hijos de Deméter. Tiene una hija llamada Perséfone, una doncella muy jovencita, casi una adolescente. Perséfone es la luz de los ojos de su madre.
Perséfone juega. Esa es su tarea en el mundo. Su juego, al igual que el significado de su nombre –ser perceptiva– tiene por objeto recibir, mediante los sentidos y la mente, impresiones del mundo que la rodea. La percepción es su vida entera y, sin duda, una parte fundamental de la creatividad.
Esta historia, como en la vida real, el idilio –de la creación perfecta y armoniosa, de la dulce inocencia del juego, de la creatividad como algo mágico que aparece cuando uno lo desea– pronto se romperá y nunca más volverá a ser lo que fue. Quizás creas que es una tragedia. En realidad, no lo es. Se trata de algo necesario, que conlleva dolor y generosidad. Conforme continúa la historia, descubrirás que la maduración psíquica es el trabajo más genuino que la psique objetiva nos pide a todos que llevemos a cabo.
Las imágenes e instintos que se encuentran en el inconsciente ¨apartado del camino¨ tienen una capacidad increíble para purificar y/o incrementar la cosmovisión propia. Si abandonas el camino, sufrirás cambios. Si aún no los sufriste, no te has aventurado más allá del borde del camino. Sigue avanzando.


Clarissa Pinkola Estés
Selección y traducción de Alejandra Abajo y Leandro Wolfson,
Copiado de: http://lapalabrachamanica.blogspot.com/2011/03/hogueras-creativas-por-clarissa-pinkola_6699.html?spref=fb

una persona con poder personal




"...-Por eso a mi me interesan las mujeres maduras, con humor y activas. A partir de los 40 años empieza lo mejor si eres capaz de darte cuenta de la cantidad de cualidades potenciales que hay dentro de ti. Entonces te entran ganas de convertirte en bruja.-No se yo...-Se lo diré de otra manera: una bruja es una persona con poder personal.-Eso me gusta.-Las brujas sabias dicen la verdad con compasión, y no comulgan con lo que o les gusta, pero no tienen la rabia de las mujeres más jóvenes. Algunos hombres excepcionales pueden llegar a ser brujas, los que tienen compasión, sabiduría, humor y no están supeditados al poder.- Algo más?- Sí. Las brujas sabias son capaces de mirar hacia atrás sin rencor ni dolor..."


Jean Shinoda Bolen

La Falta Básica en la mujer...


EL VACÍO DE MADRE

La falta de reconociminto de nuestros deseos es como una falta de reconocimiento de nuestra existencia, puesto 242 que nuesto impulso vital no encuentra respuesta. Y esto se produce después de un nacimiento en el que hemos sufrido mucho y nos hemos sentido morir. Todo ello produce el sentimiento de que nuestra existencia está seriamente amenazada. La Falta Básica, el ámbito más profundo de nuestra psique, guarda esa angustia existencial, la angustia del cuestionamiento de la existencia.

El vacío de madre, como venimos viendo en este libro, es el vacío que deja la mujer que fue excluída, prohibida y enviada al infierno; un vacío lleno de miedo y de angustia, porque la mujer que se queda en este mundo es una mujer desnaturalizada que no es capaz de reconocer y de saciar los deseos del bebé y de impulsar su vitalidad.
La reivindicación de la condición de la mujer es la reivindicación de otro mundo. Por eso la madre, la maternidad, el mutterlich y el Muttertum son incompatibles con la familia y con el trabajo asalariado; las mujeres somos, en verdad, incompatibles con ello, con el Estado y com el Capital. Somos lo real-imposible. Cuando seamos capaces de ver lo que destruímos dentro de nosotras mismas, la sexualidad que nos per- demos, y por otro lado, el vacío, la falta, el sufrimiento que nuestra anulación desencadena, seremos la mayor fuerza revolucionaria jamás vista o imaginada, impulsada por un caudal infinito de energía libidinal liberada
.

REFLEXIONES SOBRE LA VIOLENCIA INTERIORIZADA EN LAS MUJERES

Casilda Rodrigáñez Bustos.

La mujer e la negación de sí misma







Esta negación de sí misma es interiorizada a niveles tan profundos que es como si las mujeres, a lo largo de toda su historia no hiciesen más que repetir esta experiencia de autodestrucción.
***
Es necesario reconstruir la contradicción hombre-mujer a partir de la negación del cuerpo de la mujer, y por tanto, lo que en el psico-análisis tradicional aparece como problema de enfermedad, de neurosis, de desadaptación, etc., se convierte… en una contradicción material.


La mujer se encuentra desde el principio sin una forma propia de existir, como
si el existir de la mujer se hallase ya incluído en una forma de existencia
(mujer, madre, hija, etc.) que la niegan en cuanto a mujer.
Ser madre significa existir y usar el propio cuerpo en función del hombre, y por lo tanto una vez más carecer del sentido y del valor del propio cuerpo y de la propia existencia a todos los niveles. Esta negación de sí misma es interiorizada a niveles tan profundos que es como si las mujeres, a lo largo de toda su historia no hiciesen más que repetir esta experiencia de autodestrucción. Por eso, el discurso sobre la violencia masculina, sobre la vejación, sobre la dominación, sobre los privilegios, etc. seguirá siendo un discurso abstracto si no se tiene en cuenta el aspecto interiorizado de la violencia, la violencia como negación de la propia existencia.

La negación de sí misma empieza a funcionar desde el nacimiento, a partir de la primera relación con la madre, donde la madre no está presente como mujer con su cuerpo de mujer, sino que está allí como mujer del hombre, para el hombre.
(…)
El hecho de que la niña viva la relación con la persona de su sexo sólo a través del hombre, con esta especie de filtro que hay entre ella y la madre, es la razón más profunda de la división que encontramos entre una mujer y otra mujer; las mujeres estamos divididas en nuestra historia desde siempre, no sólo porque cada una de nosotras está unida socialmente al propio marido, a los propios hijos –éste es el aspecto visible dela separación–, la división se da a un nivel más profundo, al no conseguir mirarnos la una a la otra, al no ser capaces de contemplar nuestro cuerpo sin tener siempre presente la mirada del hombre. (…)

En un artículo en ‘L’Erba Voglio’… insistía en la relacióninte rrumpida con la madre, o en cualquier caso deformada desde el principio precisamente porque la madre no es la mujer, sino ‘la madre’, es decir, la mujer del hombre. Del hecho de que la mujer no encuentra en la relación con la madre el reconocimiento de su propia sexualidad, del próprio cuerpo, procede después toda la historia sucesiva de la relación con el hombre como relación donde la negación de todo lo que tú eres, de tu sexualidad, de tu forma de vida, ya se ha producido.

LEA MELANDRI
La infamia originaria

SER MUJER...


Nacemos sexuados. Si fuéramos amebas no habría distinción sexual en el nacimiento, ni distinción de género.
La identidad está ligada a los genitales con los que nacemos, e inmediatamente después, ciertas expectativas sobre lo que la cultura dice que debes y no debes ser y hacer con tus genitales es una de las tramas más profundas que conforman la identidad de una persona.
En Psicología y sexualidad humana se distingue entre identidad sexual y de género. La primera estaría ligada a los genitales con los que nacemos y la segunda a todo lo que te hace sentir que eres por haber nacido hombre o mujer en una determinada cultura. Es decir, que hay una parte que viene determinada biológicamente y otra depende de las enseñanzas de una determinada sociedad; pero incluso la primera puede ser cambiada hoy en día con los adelantos técnicos de la medicina occidental.
Para los que hemos nacido en sociedades en las que hay establecida una lucha por la igualdad de géneros parecería que decidir dar una educación en igualdad puede ser una decisión consciente y fácil de llevar a cabo por parte de los padres; no obstante, son interacciones muy sutiles entre los padres y educadores y los niños y las niñas las que nos dan una identidad de género que se instala en la memoria preverbal y presimbólica, la que es muy difícil acceder por el pensamiento y la palabra.
Ser mujer hoy en día en una democracia occidental puede dar garantía de la igualdad ante la ley en Derechos Humanos, sociales y económicos. Pero todos sabemos que no es verdad...
Muchas mujeres nos sentimos feministas, pero a la hora de relacionarnos procedemos a funcionar según unas pautas aprendidas en la profundidad de la memoria no verbal.

Donde esto se ve con más detalle es en la relación que tenemos las mujeres con nuestro cuerpo y nuestra sexualidad. Podemos ser muy igualitarias en nuestros objetivos, pero seguimos considerando la menstruación como una maldición y la grasa almacenada en las caderas como algo horrible de lo que nos debemos desprender con todo tipo de dietas y técnicas de medicina estética. Nos escondemos los días de regla, tapamos las compresas y tampones con envases de colorines, no hay nada peor que manchar de sangre un pantalón...el síndrome premenstrual es una excusa de baja productividad como si la capacidad de ser madre no fuera necesario para la sociedad y la especie humana. Y la celulitis...no hay nada mejor que hacerte creer que una característica del cuerpo de mujer es una enfermedad.
Debemos ser sexualmente asexuadas...el gran mensaje paradójico que nos hace mirarnos como hembras en celo o, lo mismo, putas, si mostramos con orgullo ciertas partes del cuerpo; pero somos "machorras" si no lo enseñamos. Es curioso ver las modas del maquillaje donde debes gastarte una fortuna para tener un acabado "natural" en el que te pintas los labios para que no se vean. Ir con los labios rojos ya se sabe...es cosa de putas. Debemos mostrarnos bellas, pero nuestras caderas y muslos deben ser musculosos como los de los hombres.
Al renegar de nuestro cuerpo, renegamos de la sabiduría natural que nos une a los ciclos de la Naturaleza y de la Tierra.. Renegamos del placer de sentirnos corporizadas cuando observamos los cambios de volumen que nos suceden en los ciclos hormonales y de como somos manifestación de la creatividad de la vida.
Esto, forzosamente, nos hace experimentar la sexualidad de otra manera. Se convierte en relaciones de descarga en vez de celebraciones del aspecto sacro y creativo que tiene toda vida.

Hay muchas cosas aún por escribir en la descripción de ser mujer...no se han oído todavía muchas voces...

ana cortinas
copiado en: http://laisladepenelope.blogspot.com/

la división que encontramos entre una mujer y otra mujer


REFLEXIONES SOBRE LA VIOLENCIA INTERIORIZADA EN LAS MUJERES

Casilda Rodrigáñez Bustos. Vitoria, noviembre 2003
"Sin madre no puede haber hermandad; el fratricidio es la
consecuencia inmediata del matricidio, de la falta de madre."

La mujer se encuentra desde el principio sin una forma propia de existir,
como si el existir de la mujer se hallase ya incluído en una forma de existir (mujer, madre,hija, etc.) que la niegan en cuanto a mujer. Ser madre significa existir y usar el propio cuerpo en función del hombre, y por lo tanto una vez más carecer del sentido y del valor del propio cuerpo y de la propia existencia a todos los niveles. Esta negación de sí misma es interiorizada a niveles tan profundos que es como si las mujeres, a lo largo de toda su historia, no hiciesen más que repetir esta experiencia de autodestrucción. Por eso, el discurso sobre la violencia masculina, sobre la vejación, sobre la dominación, sobre los privilegios, etc. seguirá siendo un discurso abstracto si no se tiene en cuenta el aspecto interiorizado de la violencia , la violencia como negación de la propia existencia. La negación de sí misma empieza a funcionar desde el nacimiento, a partir de la primera relación con la madre, donde la madre no está presente como mujer con su cuerpo de mujer, sino que está allí como mujer del hombre, para el hombre (...)

El hecho de que la niña viva la relación con la persona de su sexo sólo a través del hombre, con esta especie de filtro que hay entre ella y la madre, es la razón más profunda de ; las mujeres estamos divididas en nuestra historia desde siempre, (...) al no conseguir mirarnos la una a la otra, al no ser capaces de contemplar nuestro cuerpo sin tener siempre presente la mirada del hombre.(...)

Del hecho de que la mujer no encuentra en la relación la madre el reconocimiento de su propia sexualidad, del propio cuerpo, procede después toda la historia sucesiva de la relación con el hombre como relación donde la negación de todo lo que tú eres, de tu sexualidad, de tu forma de vida, ya se ha producido.

Lea Melandri. La infamia originaria (1)
(subrayados de ella)
pintura de Lena Gal

Busquemos a la madre verdadera...


"Matar el agradecimiento natural de cualquier criatura hacia su madre, es la base de todo este desastre ecológico".

"Busquemos a la madre verdadera,
a la madre nutridora, la nutrición desapareció de este mundo con el patriarcado. El resentimiento del hijo/a hacia la madre, se debe a esa falta de nutrición, si bebemos de ella, recuperamos el amor y la plenitud perdida".

IN REVERENCIANDO NUESTRA FEMINEIDAD