En el día y en la noche
en el tiempo y fuera del tiempo
las Guardianas custodian el Grial
en permanente lucha con el Lado Falso del Universo
Ellas son el Círculo Eterno de la Luz
en este Mundo y en todos los Mundos *

La meta es alcanzar la plenitud



"La meta es alcanzar la plenitud de la libertad en la opción responsable por la verdad y el bien para la persona y para la sociedad. Así la mujer se verá realizada en su libertad cuando todos sus actos y su vida estén dirigidos a desarrollar en plenitud toda su riqueza femenina y dar lo mejor de sí misma a los demás.

Después de algunas décadas en las que la lucha de la mujer se centró en la obtención de igualdades civiles, económicas y laborales; nos encontramos en una etapa en la cual la lucha se dirige a establecer la diferencia, a demostrar que para lograr la realización la mujer no necesita perder aquello que le es más propio: su feminidad, su ser mujer portadora de la vida, su papel de transmisora de códigos de conducta basados en los valores trascendentes, superando así la visión re...
duccionista y materialista de la persona. En definitiva, un feminismo que integre toda la riqueza y las capacidades propias de la mujer sin amputarle nada y que la lleve a luchar por una sociedad más humana junto al hombre, a su lado, ni por debajo ni por encima de él.
Se concluye así que la mujer no se realiza en la alienación de su feminidad y en el olvido de lo que le es más propio, porque su aporte a la sociedad no puede limitarse a una entrega profesional fría, competitiva, masculina en sus características, sino que el liderazgo de la mujer se verá reflejado en una gran conciencia de servicio de cara a la sociedad que le lleve a comprometerse en su transformación ya sea desde un trabajo profesional, ya sea con su participación voluntaria en actividades sociales, educativas y humanitarias. Esta proyección de su ser femenino hacia la sociedad es lo que realmente la realiza, mucho más que la autosatisfacción de trabajar como los varones o la obtención de dinero, prestigio y poder."

"Mujer Nueva"
Por Gloria Conde

Bailamos con la Muerte



"Con sus cuerpos las mujeres viven muy cerca de la naturaleza de la Vida/Muerte...
/Vida. Las mujeres ponen en práctica este concepto de una manera consciente o inconsciente en cada ciclo lunar de sus vidas. Para algunas la luna que indica los ciclos está en el cielo. Para otras, se manifiesta en su psique.
Desde su propia carne y sangre, y desde los constantes ciclos que llenan y vacían el rojo jarrón de su vientre, una mujer comprende física, emocional y espiritualmente que los cénits se desvanecen y expiran y que lo que queda renace con formas inesperadas y por medios inspirados para reducirse de nuevo a la nada y ser concebido otra vez en toda su gloria.
(...) El amor en su plenitud es toda una serie de muertes y renacimientos. Abandonamos una fase, un aspecto del amor y entramos en otra. La pasión muere y regresa. El dolor se aleja y aparece de nuevo. Amar significa abrazar y, al mismo tiempo, resistir muchos finales y muchísimos comienzos... todos en la misma relación.
(...) Para poder amar bailamos con la Muerte. Amar es bailar la danza. La naturaleza de la Vida/Muerte/Vida nos enseña a bailar y a solucionar nuestro miedo y malestar con la danza de los opuestos. Esta naturaleza pide a los amantes que se enfrenten inmediatamente con la Muerte, que no se acobarden ni la esquiven, que su compromiso se base en algo más que en "estar juntos", que su amor se base en la combinación de su capacidad de aprendizaje y de su fuerza para enfrentarse con esta naturaleza, que la amen y bailen juntos con ella. Ella enseña que el camino del corazón es el camino de la creación."

Mujeres que corren con los lobos, Clarissa Pinkola Estés. Editorial Zeta.

NO FUERA TAN RADICAL?



NOTA:


Recibí de una lectora un email, que por su iniciativa a traducido textos míos para el español y los a publicado en un blog que también ella misma creo por su propia iniciativa en español, acusándome de haber sufrido más tarde una influjo negativo a través de los textos que tradujo y que le afectaron negativamente, pidiéndome para que los apagara.

En las próximas lineas, os dejo el mensaje que recibí para que podáis reflexionar, pues me gustaría, Por Favor, saber si por algún motivo hay alguna mujer que me lea, en portugués o español, y se sienta afectada por mis palabras, si siente que le perjudican o le afectan de forma negativa y grave.

Con afecto,
Rosa Leonor


"He estado pensando en el blog durante mucho tiempo, en el de mujeres y diosas en español, y te pido que borres las entradas que yo traducí el mes de febrero. Me parece que tu blog es demasiado peligroso y provocador, y realmente me hizo daño. No quiero decir que a todas las mujeres les pase igual, pero mi experiencia no fue agradable y no quiero tener nada que ver con eso.

Si eres tan amable, de borrar mis escritos traducidos, te lo agradecería muchísimo, así podría quitarmelo de la cabeza."
"(...) los articulos no son mios, y no queria sentirme responsable por ellos. Yo los hubiera escrito de otra forma, con otro enfoque que no fuera tan radical."
( recebido por email)

La historia cuenta ...

 
 
La histeria, el mal de la mujer

 En la antigua Grecia el ejercicio de la medicina... estaba fuera del alcance de la mujer, quien, según atestiguan textos de filósofos tan importantes como Platón o Aristóteles, era considerada como una menor de edad e incluso como una mala copia de los hombres. Se creía que la mujer no pensaba con la cabeza, sino con el útero, con las ‘ultimas partes’ (‘hystéra'), de ahí que fuera tildada de histérica. Esta misoginia también se reflejaría en la fisiología femenina, como demuestra el hecho que no existiera un término científico para designar a los ovarios. En los tratados se aludía a ellos con la misma palabra utilizada para los testículos (órxis’), por lo que sólo recurriendo al contexto en el que aparecía el término se sabía si se estaba haciendo referencia a un hombre o a una mujer.
Al parecer, hubo una mujer que sin embargo se rebeló contra esta tiranía masculina de la medicina: Agnódice, quien vivió en la Atenas del siglo IV a.n.e. Ansiosa por ayudar a las parturientas, se disfrazó de hombre para poder seguir los cursos del célebre médico Herófilo, convirtiéndose de esta manera en ginecóloga. La historia cuenta que sus colegas de profesión, envidiosos de sus éxitos, la denunciaron ante el Areópago, por lo que Agnódice no tuvo más remedio que revelar su sexo y fue acusada de violar la ley. Sin embargo, las distinguidas atenienses a las que había asistido se pusieron de su lado, de modo que finalmente fue absuelta y la ley derogada. Fue así, según cuentan algunas crónicas, como el ejercicio de la medicina se abrió al mundo femenino, por lo menos en Atenas.

Grabado de Agnódice de 1833
Revista Memoria, Historia de cerca nº XLIII

La fuerza de las mujeres...



Nacemos sexuados. Si fuéramos amebas no habría distinción sexual en el nacimiento, ni distinción de género.La identidad está ligada a los genitales con los que nacemos, e inmediatamente después, ciertas expectativas sobre lo que la cultura dice que debes y no debes ser y hacer con tus genitales es una de las tramas más profundas que conforman la identidad de una persona.
En Psicología y sexualidad humana se distingue entre identidad sexual y de género. La primera estaría ligada a los genitales con los que nacemos y la segunda a todo lo que te hace sentir que eres por haber nacido hombre o mujer en una determinada cultura. Es decir, que hay una parte que viene determinada biológicamente y otra depende de las enseñanzas de una determinada sociedad; pero incluso la primera puede ser cambiada hoy en día con los adelantos técnicos de la medicina occidental.
Para los que hemos nacido en sociedades en las que hay establecida una lucha por la igualdad de géneros parecería que decidir dar una educación en igualdad puede ser una decisión consciente y fácil de llevar a cabo por parte de los padres; no obstante, son interacciones muy sutiles entre los padres y educadores y los niños y las niñas las que nos dan una identidad de género que se instala en la memoria preverbal y presimbólica, la que es muy difícil acceder por el pensamiento y la palabra.
Ser mujer hoy en día en una democracia occidental puede dar garantía de la igualdad ante la ley en Derechos Humanos, sociales y económicos. Pero todos sabemos que no es verdad...
Muchas mujeres nos sentimos feministas, pero a la hora de relacionarnos procedemos a funcionar según unas pautas aprendidas en la profundidad de la memoria no verbal.
Donde esto se ve con más detalle es en la relación que tenemos las mujeres con nuestro cuerpo y nuestra sexualidad. Podemos ser muy igualitarias en nuestros objetivos, pero seguimos considerando la menstruación como una maldición y la grasa almacenada en las caderas como algo horrible de lo que nos debemos desprender con todo tipo de dietas y técnicas de medicina estética. Nos escondemos los días de regla, tapamos las compresas y tampones con envases de colorines, no hay nada peor que manchar de sangre un pantalón...el síndrome premenstrual es una excusa de baja productividad como si la capacidad de ser madre no fuera necesario para la sociedad y la especie humana. Y la celulitis...no hay nada mejor que hacerte creer que una característica del cuerpo de mujer es una enfermedad.
Debemos ser sexualmente asexuadas...el gran mensaje paradójico que nos hace mirarnos como hembras en celo o, lo mismo, putas, si mostramos con orgullo ciertas partes del cuerpo; pero somos "machorras" si no lo enseñamos. Es curioso ver las modas del maquillaje donde debes gastarte una fortuna para tener un acabado "natural" en el que te pintas los labios para que no se vean. Ir con los labios rojos ya se sabe...es cosa de putas. Debemos mostrarnos bellas, pero nuestras caderas y muslos deben ser musculosos como los de los hombres.
Al renegar de nuestro cuerpo, renegamos de la sabiduría natural que nos une a los ciclos de la Naturaleza y de la Tierra.. Renegamos del placer de sentirnos corporizadas cuando observamos los cambios de volumen que nos suceden en los ciclos hormonales y de como somos manifestación de la creatividad de la vida.
Esto, forzosamente, nos hace experimentar la sexualidad de otra manera. Se convierte en relaciones de descarga en vez de celebraciones del aspecto sacro y creativo que tiene toda vida.
Hay muchas cosas aún por escribir en la descripción de ser mujer...no se han oído todavía muchas voces...

in La Isla de Penélope de Ana Cortiñas Payeres

Las Brujas sabias dicen la verdad





Las Brujas sabias dicen la verdad con compasión y no comulgan con lo que no les gusta, pero no tienen la rabia de las mujeres más jóvenes.

Algunos hombres excepcionales pueden llegar a ser Brujas, los que tienen compasión, sabiduría, humor y no están supeditados al poder.

Las brujas sabias son capaces de mirar hacia atrás sin rencor ni dolor;
son atrevidas, confían en los presentimientos, meditan a su manera, defienden con firmeza lo que más les importa, deciden su camino con el corazón,
escuchan su cuerpo, improvisan, ni imploran, ríen, y tienen los pulgares verdes.
Cuando un hombre estresado se encuentra con otro, ambos segregan testosterona, que provoca huida o enfrentamiento. Pero si ese mismo hombre se encuentra con una mujer que le comprende, una bruja sabia, su adrenalina baja y su autoestima sube. Y basta solamente con que se siente a su lado.
Las mujeres tienen la oportunidad de cambiar el mundo en las próximas décadas. Pero que si no lo hacen ya, probablemente ya no lo harán.


JEAN SHINODA BOLEN

Lo que aprendí tiene que ver con la atención social y los recursos que todo el mundo se merece

DE PRONTO MI CUERPO:
 
EVE ENSLER

“Por mucho tiempo éramos “yo” y mi cuerpo. “Yo” estaba formada de historias, de anhelos, de luchas, de deseos de futuro. “Yo” estaba tratando. de no ser el resultado de mi pasado violento, pero la separación que había ocurrido ya entre el “yo” y mi cuerpo era un resultado bastante significativo. “Yo” estaba siempre tratando de convertirse en algo o en alguien. “Y...o” solo existía en el intento. Mi cuerpo, a menudo, se interponía en el camino.(…) Como no tenía un punto de referencia para mi cuerpo, comencé a preguntarle a otras mujeres sobre sus cuerpos, en particular por sus vaginas, porque pensaba que las vaginas eran algo importante. Esto me llevó a escribir “Los Monólogos de la Vagina”

(…) Comencé a ver mi cuerpo como (…) una cosa que podía moverse rápido (…) que podía conseguir otras cosas, muchas cosas, todas al mismo tiempo. (…) Comencé a ver mi cuerpo como iPad o un auto. Lo manejaba y le demandaba cosas sin límites, era invencible, debía ser conquistado y dominado como la tierra misma. No le prestaba atención, no, lo organizaba y lo dirigía. No tenia paciencia para mi cuerpo. Lo moldeé bruscamente, fui mezquina, tomé más de lo que mi cuerpo tenía para ofrecer, si estaba cansada, tomaba más cafés expresos, si estaba asustada, iba a lugares más peligrosos.

(…) Seguro tuve momentos de aprecio por mi cuerpo, del modo en que un padre abusivo a veces tiene momentos de bondad. (…) Oí decir algunasveces que yo debía amar mi cuerpo, entonces aprendí a hacerlo: era vegetariana, me mantenía sobria, no fumaba. Pero todo esto solo era una manera más sofisticada de manipular mi cuerpo.

(…) Como resultado de hablar del tanto sobre mi vagina, muchas mujeres comenzaron a contarme sobre las suyas, sus historias sobre sus cuerpos. Sus historias me llevaron alrededor del mundo, y he estado en más de 60 países. He escuchado miles de relatos, (…) hubo siempre episodios en que las mujeres compartían conmigo ese momento en particular en que se separaron de sus cuerpos, en que dejaron sus casas. Escuche sobre mujeres acosadas en el sus camas, azotadas en sus bocas, abandonas muertas en un aparcadero, quemadas con ácido en el sus cocinas. Algunas mujeres se silenciaron y desaparecieron. Otras sí volvieron locas, trabajando como máquinas, como yo.

(…)En medio de mis viajes, cumplí 40 y comencé a odiar mi cuerpo, lo que era realmente un progreso, porque al menos mi cuerpo existía lo suficiente como para odiarlo. (…) Me fui a la República Democrática del Congo y escuche historias que hicieron añicos a las demás. Escuche relatos que se metieron en mi cuerpo. Me enteré de una pequeña niña que no podía dejar de orinarse encima por tantos soldados que se habían metido dentro de ella. Escuche sobre una mujer de 80 años cuyas piernas fueron quebradas y arrancadas de sus coyunturas y dobladas sobre su cabeza mientras los soldados la violaban. Hay millones de estas historias. Muchas de las mujeres tenían agujeros en el sus cuerpos, agujeros, fístulas, que eran violaciones de guerra, agujeros en el tejido de sus almas. Estás historias saturaron mis células y mis nervios.

(…)Todas estas historias comenzaron a sangrar al mismo tiempo. La violación de la tierra, el ultraje de minerales, la destrucción de vaginas;Ninguna estuvo separada de las otras ni de mí. (…) Luego contraje cáncer, o descubrí que tenia cáncer. Llegó como un pájaro a toda velocidad estrellándose contra el cristal de una ventana. De pronto, tenia un cuerpo, un cuerpo que fue pellizcado y hurgado y pinchado, un cuerpo abierto por en medio; un cuerpo al que le sacaron órganos y fue transportado, arreglado y reconstruido; un cuerpo que era examinado y que tenía tubos metidos en él; un cuerpo que se estaba quemando con químicos. El cáncer explotó la pared de mi desconexión. Comprendí, de pronto, que la crisis en mi cuerpo era la crisis del mundo, no que ocurriría más tarde, sino que estaba ocurriendo ahora.

De pronto, mi cáncer, era un cáncer que estaba en todos lados, el cáncer de la crueldad, el cáncer de la codicia, el cáncer que se mete dentro de la gente que vive por las calles de las plantas químicas, y que usualmente son pobres; el cáncer dentro de los pulmones de los mineros de carbón; el cáncer del estrés por conseguir Lo que no es suficiente; el cáncer del trauma enterrado; el cáncer de los pollos enjaulados y peces contaminados; el cáncer de los úteros de mujeres violadas; el cáncer que está en todas partes por nuestro descuido.

(…)En su reciente libro visionario, “Individuo nuevo, nuevo mundo”, el escritor Philip Shepherd dice: “Si estás dividido de tu cuerpo, también estás separado del cuerpo del mundo, que entonces aparece como otro distinto de ti, o separado de ti, en lugar de vivir en un continuo al que perteneces”.

Antes del cáncer, el mundo, era algo distinto. Era como si estuviese viviendo en una pileta estancada y el cáncer dinamitó la roca que me separaba del mar completo. Ahora estoy nadando. Ahora me acuesto en el césped, froto mi cuerpo en él y disfruto el barro entre mis piernas y pies. Ahora hago un peregrinaje diario para visitar un sauce llorón a las orillas del Sena, y estoy hambrienta de campos verdes en los matorrales en las afueras de Bukavu y cuando caen lluvias fuertes, grito y corro en círculos.

Sé que todo está conectado y la cicatriz que baja por mi torso es la marca del terremoto. Estoy allí con tres millones en las calles de Puerto Príncipe. El fuego que me quema el tercer día, de seis días de quimio, es el fuego que está quemando los bosques del mundo. Sé que los abscesos que crecieron alrededor de mi herida luego de la operación, de 16 onzas de pus son la contaminación del Golfo de México; había pelícanos saturados de petróleo dentro mío y peces muertos flotando. Los catéteres que me metieron el cuerpo sin la medicación apropiada me hicieron gritar del modo en que la tierra grita por las perforaciones.

En mi segunda quimio mi madre enfermo gravemente y fui un verla. Y en nombre de la conexión, la única cosa que quería antes de morir era serllevada a casa, al lado de su amado Golfo de México. Entonces, la trajimos, y rece por que el petróleo no llegara a su playa antes que muriera. Y afortunadamente, no Llegó. Y ella murió tranquila en su lugar favorito.

Unas semanas después, yo estaba en Nueva Orleans, y (…) un amiga me dijo que quería hacerme una curación. (…) Mi amiga estaba preparando un recipiente grande, y le dije: “¿Qué es?” Ella dijo: “. Es para ti las flores lo hacen bello, y la miel dulce” Y yo dije: “Pero ¿qué es la instancia de parte del agua “? Y en nombre de la conexión, ella dijo: “Ah, es el Golfo de México” Y yo Dije: “. Por supuesto que sí”. Otras mujeres llegaron y se sentaron en círculo, y Micaela bañó mi cabeza con el agua sagrada y canto; quiero decir que todo su cuerpo canto. Las otras mujeres cantaron y rezaron por mi y por mi madre. (…) Y cuando el agua tibia del Golfo lavo mi cabeza desnuda, me di cuenta de que incluía lo mejor y Lo peor de nosotros. Era la codicia y la imprudencia que la llevaron una explosión de perforaciones. Eran todas las mentiras dichas, las de antes y después. Era la miel en el agua lo que hacia lo dulce, era el petróleo Lo que le enfermaba. Era mi cabeza, rapada y cómoda, ahora sin sombrero.

Era todo mi ser derritiéndose en la falda de Micaela. Eran las lágrimas, no distinguibles del Golfo, que rodaban por mis mejillas. Era, finalmente, estar en mi cuerpo. Era la tristeza que se ha quedado tanto tiempo. Era encontrar mi lugar y la enorme responsabilidad que viene con la conexión. Era la continuidad de la devastadora guerra en El Congo y la indiferencia del mundo. Eran las mujeres congolesas que están levantándose ahora. Era mi madre partiendo justo en el momento en que yo estaba naciendo. Era darme cuenta de que había estado muy cerca de la muerte, del mismo modo que la tierra, nuestra madre (…).

Lo que aprendí tiene que ver con la atención social y los recursos que todo el mundo se merece. Fue convocar amigos y una amorosa hermana. fueron médicos sabios, medicina avanzada y cirujanos que sabían qué hacer con sus manos, fueron enfermeras mal pagadas y realmente cariñosas, fueron curas mágicas y aceites aromáticos, fue gente que vino con hechizos y rituales, fue tener una visión del futuro y algo por qué luchar, porque yo sabia que esta batalla no es mía… fue un millón de plegarias, fueron mil aleluyas y un millón de “Oms”, fue un montón de ira, humor insano, un montón de atención social e indignación, fue energía, amor y alegría.

Fueron todas estas cosas. Fueron todas estas cosas, fueron todas estas cosas, fueron todas estas cosas en el agua, en el mundo, en mi cuerpo”.

Resumen de la conferencia “De Pronto, mi cuerpo” de Eve Ensler
 

ROSALIA DE CASTRO - POETISA GALEGA

 
"Nació en Santiago de Compostela, hija de una mujer soltera de buena familia y de un seminarista. Su nodriza le enseñó la lengua gallega y le hizo conocer la poesía popular en esa lengua. En Madrid, ciudad donde se trasladó por razones familiares en 1856, conoce a Manuel Murguía, con el que se casó dos años más tarde y quien la puso en contacto con Bécquer y su círculo. En 1857 publicó su primer libro poético, La Flor, al que siguieron Cantares gallegos, de 1863, y Follas Novas, de 1880, ambos en gallego. Su obra principal, En las orillas del Sar, se publicó en castellano en 1884. Tuvo seis hijos, pero su matrimonio no parece que fuera feliz. Su salud fue delicada y su temperamento claramente depresivo. Desde 1874 vivió en Galicia, y murió en 1885 en Padrón, La Coruña.

Con Cantares gallegos se situó como precursora, junto a Curros Enríquez y Pondal, del Rexurdimento cultural de Galicia. El libro tiene reminiscencias de la antigua lírica gallego-portuguesa, especialmente de la popular, con notables innovaciones métricas, y protesta contra el centralismo castellano y la vida miserable del campesino gallego que le obliga a emigrar. Por su parte, en Follas Novas, ve el mundo como adversidad, y la existencia humana como dolor, con toques intimistas. Algunos críticos lo consideran el mejor de toda la poesía gallega"
(...)
"Esa misma lengua gallega que había dado lugar al resplandor de los inmortales trovadores galaico-portugueses o a las memorables Cantigas del buen rey Alfonso X el Sabio, en cuya ilustradísima corte el gallego era ejercido por autores de las naciones más diversas como la más refinada de las lenguas literarias, se vio sumido -junto con su sociedad y su cultura- en un sometimiendo que se propuso eliminarlos de raíz, en todos los niveles. (Sin sospechar que, muchos siglos después, una autoridad tan innegable como Menéndez y Pelayo iba a reconocer abiertamente, sin duda alguna, que "No se puede desconocer que el primitivo instrumento del lirismo peninsular, no fue la lengua castellana, ni la catalana tampoco, sino la lengua que, indiferentemente para el caso (en aquella época eran la misma), podemos llamar gallega o portuguesa.")