En el día y en la noche
en el tiempo y fuera del tiempo
las Guardianas custodian el Grial
en permanente lucha con el Lado Falso del Universo
Ellas son el Círculo Eterno de la Luz
en este Mundo y en todos los Mundos *

Amma


El amor y la compasión, en lugar del odio
(...)

El amor y la compasión, en lugar del odio, que este joven eligió derramar en el mundo, se derivan del manantial de amor de su madre. Es así, como a través de la influencia que tiene sobre su hijo, la madre también incide sobre el futuro del mundo. Una mujer que ha despertado su maternidad innata trae el cielo a la tierra, en cualquier lugar donde se encuentre. Solo las mujeres pueden crear un mundo de paz y felicidad. Y es así como la mano que acuna al bebé también sostiene la lámpara que expande su luz por el mundo.
Los hombres nunca deberían obstaculizar el progreso que, por derecho, le corresponde a la mujer en el seno de la sociedad.
Tendrían que comprender que la contribución de la mujer es de vital importancia, y más que retirarse para no obstaculizar, lo que deberían hacer es facilitarles el camino para que sus avances sean más suaves. La mujer, por su parte, tendría que pensar en lo que puede aportar a la sociedad, en vez de pensar en lo que puede tomar de ella. Esta actitud le ayudará, sin duda, a progresar. Hay que subrayar que una mujer no necesita recibir ni tomar nada de nadie, simplemente necesita despertar. Sólo así podrá contribuir socialmente de la forma que mejor considere, y recibirá todo lo que necesite. En lugar de corroerse, permaneciendo toda su vida entre las cuatro paredes de la cocina, la mujer tendría que salir y compartir con los demás lo que tiene para dar. Realizar su meta en la vida.
Hoy en día, en el que impera la competencia y el odio en cualquier parte, son la paciencia y la tolerancia de la mujer las que generan la armonía que tenemos en el mundo. De la misma forma que un circuito eléctrico no se puede dar sin la presencia de los polos negativo y positivo, la vida también requiere, para que fluya en su plenitud, la presencia y contribución tanto de la mujer como del hombre. Y solo florecerán interiormente cuando las mujeres y los hombres se complementen y apoyen de forma mutua.
En general, las mujeres viven actualmente en un mundo creado por y para los hombres. Las mujeres no necesitan de este mundo, más bien tendrían que establecer su propia identidad para generar una nueva sociedad. Pero deberían recordar el verdadero significado de la libertad, pues no se trata de vivir y comportarse de la manera que quieran, sin prestar atención a las consecuencias sobre los demás. No significa que las esposas y las madres deban abandonar sus responsabilidades familiares. La libertad de una mujer, su elevación, tiene que empezar en su interior. Además, para que la shakti; es decir, la pura energía, pueda despertar y elevarse en una mujer, es necesario que ésta se conciencie de sus propias limitaciones. Más tarde podrá superarlas a través de su fuerza de voluntad, del servicio desinteresado y de la práctica espiritual.
En su esfuerzo por reestablecer sus derechos y estatus social, la mujer nunca debería perder su naturaleza esencial. Esta tendencia que se da en muchos países, nunca ayudará a la mujer a lograr su verdadera libertad. Es imposible lograr la auténtica libertad imitando al hombre. Si la misma mujer da la espalda a los principios femeninos, este proceso culminará con un completo fracaso de la mujer y de la sociedad. Lejos de resolver los problemas del mundo, los agravaremos. Si la mujer rechaza sus cualidades femeninas y trata de comportarse como el hombre, cultivando solo las cualidades masculinas, el desequilibrio del mundo se acentuará. Y eso no es lo que ahora se necesita. Lo realmente necesario es que la mujer contribuya socialmente, lo mejor que pueda, desarrollando su maternidad universal, así como sus cualidades masculinas.
Mientras la mujer no haga el esfuerzo de despertar, ella misma será, por así decirlo, la responsable de crearse un mundo limitado. Cuanto más se identifique la mujer con su maternidad interna, más rápidamente se despertará su shakti o energía pura. Si desarrolla este poder en su interior, el mundo escuchará cada vez más su voz.
Son muchas las personalidades y organizaciones que, como la ONU, apoyan el progreso de la mujer. Esta conferencia es una oportunidad para todos nosotros de construir sobre esta base. (...)
Amma considera que, en los tiempos que se avecinan, habrá que hacer un esfuerzo por volver a despertar el poder curativo de la maternidad. Es la única vía para que se realice nuestro sueño de paz y armonía para todos. ¡Y puede lograrse! Depende completamente de nosotros. Recordemos esto y avancemos.
(...)

Om Shanti, Shanti, Shanti.

Fragmento final de la conferencia de en las Naciones Unidas. Sala de la Asamblea General (Palacio de las Naciones),Ginebra, 7 de octubre de 2002

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