Abride, as frescas rosas;
brilade, os caraveles;
do seu jardim os árvores, vesti-vos
cas lindas folhas verdes;
parra que um tempo sombra nos prestaches,
a cubrir-vos de pámpanos volvede.
Natureza fermosa,
a mesma eternamente,
di-lhe aos mortais, de novo aos loucos di-lhe
que eles nomais perecem!
Cada Noche
Cada noche llorando yo pensaba
que esta noche tan larga no fuera,
que durase y durase mientras
la noche de las penas me envuelve luchadora...
Más la luz insolente del día,
constante y traidora,
cada amanecer penetraba radiante de gloria
hasta el lecho donde me había tendido con mis congojas.
Desde entonces he buscado las tinieblas
más negras y profundas,
y las he buscado en vano,
porque siempre tras la noche encontraba la aurora...
Sólo en mí misma buscando en lo oscuro
y entrando, entrando en la sombra,
vi la noche que nuncha se acaba en mi alma,
en mi alma sola.
de Rosalia de Castro
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